Actividad bloque 1

Esta primera propuesta de la asignatura de didáctica de la lengua española consiste en el planteamiento de una actividad de comunicación oral en gran grupo, teniendo en cuenta la edad y especificando el tratamiento que se le dará a los alumnos más complicados. Para ello será importante tener en cuenta: en primer lugar la elección del tema y argumentación de este, a continuación el contexto, normas y planteamiento al grupo, en tercer lugar el trabajo específico con niños problemáticos y por último la evaluación de la actividad.

Dinámica

Para empezar con una dinámica de trabajo que fomente la expresión oral, diré que la primera ocurrencia fue la de generar un ambiente favorable, para realizar una actividad en gran grupo. Empecé con la idea de dialogue circles, que es una práctica para trabajar con alumnos “disruptivos” y que fomenta el concepto de espacio libre y seguro, lo que refuerza la praxis de la oralidad en conjunto, aunque aparentemente de una manera más aislada en la que las aportaciones de cada miembro no fluyen en una dirección común, sino que se estancan en la percepción individual.

Por eso, voy a tomar la idea de los dialogue circles para crear un ambiente en el que todos los alumnos tengan voz en su justa medida y participen en los procesos de escucha, a pesar de sus características individuales y sus necesidades. Con esto quiero decir, que sólo utilizaré la parte correspondiente a esta dinámica de trabajo, porque lo demás será ajeno a este tipo de tertulias y favorecerá la intervención y el enriquecimiento de unos y otros.

La clase estará dispuesta en círculo, para que así todos los niños se puedan ver unos a otros. Se sentarán en el suelo, porque es una manera, desde mi punto de vista, de romper con el concepto rígido de trabajo en el aula. Es decir, dispondremos el espacio de una manera menos rigurosa que fomente un ambiente más relajado y ajeno a las exigencias académicas propias de este ámbito.

En resumen, en relación con la dinámica de trabajo; nuestro diálogo se dará en un espacio ajeno a la rigidez académica, donde exista libertad subordinada por el respeto y los turnos de palabra, donde todo tiene cabida y es escuchado a la par que tenido en cuenta y posteriormente comentado, donde el maestro es ejemplo a seguir y se dan situaciones favorables para el aprendizaje, la participación y por tanto el desarrollo de la comunicación oral.

Edad, tema y justificación pedagógica de los mismos:

He decidido que realizar una actividad de gran grupo, con el tema que tengo pensado encaja a la perfección con tercero de primaria. Esto se debe inicialmente a que es un curso que se equilibra con los más pequeños de esta etapa, y con quienes abandonan esta fase educativa. Los alumnos/as tienen entre 8 y 9 años, edades en las que la competencia lingüística olvida el egocentrismo, favorece la escucha y es enriquecida a través de las aportaciones de los demás. Aunque no poseen conocimiento acerca de las sutilezas del lenguaje y no conocen algunas palabras, los niños y niñas que están en este curso poseen las aptitudes necesarias para desarrollar conversaciones regidas a nivel morfosintáctico y gramatical idóneas para estimular el lenguaje a través de actividades de habla.

Además, un factor bastante interesante, que he podido comprobar durante mi periodo de prácticas, es la todavía existente imaginación y creatividad propia de los más pequeños, es decir, en estas edades no existe la vergüenza, todo vale y los compañeros son muy conscientes de ellos mismos con respecto a los demás, por lo que la balanza equilibra la inocencia con el respeto hacia iguales.

El tema principal que he escogido es el del cole. Empezaremos la dinámica con una pregunta sencilla. ¿Si pudierais hacer algo en el cole que no soléis hacer, qué sería? Yo, como maestra, si veo que los niños no tienen muchas ansias de participación y que les cuesta arrancar responderé a esa misma pregunta, por ejemplo, que se dedique más tiempo a las interacciones sociales. En cambio, si inmediatamente comienza el diálogo mi opinión será apartada, porque sino los alumnos pueden difuminar su idea en relación con la respuesta de la profe, y no estamos buscando eso, buscamos que saquen conclusiones y percepciones a través de preguntas para las que nadie ha contado con ellos y que quizás nunca se les haya planteado.

Como preguntas de andamiaje recurriría a las siguientes: (y sino a preguntas similares a las que planteo a continuación que asienten un recorrido semejante):

  • ¿Qué preferís jugar o leer? ¿Por qué?
  • ¿Sabéis que leyendo también podéis jugar? ¿Cómo creéis que es eso?
  • ¿Cuál es la asignatura que menos os gusta? ¿Por cuál la cambiaríais?
  • ¿Os gustaría trabajar con ordenador/nuevas tecnologías? ¿Por qué?
  • ¿A qué os gustaría jugar en el cole? ¿?
  • ¿A qué le dedicaríais más tiempo? ¿Al patio? ¿A mates? ¿A estar con tus amigos? ¿A inglés? …
  • ¿Qué es lo más interesante que habéis aprendido en el cole?
  • ¿Le recomendaríais a alguien venir al cole? ¿A quién? ¿Por qué?
  • ¿Veríais pelis en clase? ¿Por qué?
  • ¿Creéis que todo lo que hacemos en clase sirve para algo? ¿Por ejemplo?
  • Y por último, ¿Por qué creéis que es importante venir al cole?

El planteamiento de las preguntas de andamiaje propuestas me ha hecho reflexionar sobre lo interesante que puede llegar a ser divagar y pasear por el contexto escolar, ya que a través de cuestiones como esas llegamos a reflexiones mucho más interesantes respondiendo a la pregunta que hemos pautado inicialmente. Algo que he aprendido de los niños es que tienen capacidades para más de lo que creemos, lo cual nos abre un horizonte de posibilidades infinitas a preguntas que los adultos responderíamos con una palabra monosílaba.

Se me ocurrió hacer esta pregunta porque a todos siempre nos han tanteado para saber cuál es nuestra asignatura favorita o cuál es la que nos gusta menos, pero nunca se nos ha dado la oportunidad de plantear el aula según los intereses de los niños, haciéndola un espacio de juego y de aprendizaje a la par.

Grupo-clase y trabajo específico con niños problemáticos

Para ponernos en situación; estaremos en un aula de tercero de primaria en la que habrá 20 niños y niñas en el aula.

En este caso práctico, como he mencionado anteriormente es fundamental que todos los alumnos tengan voz para poder expresar sus opiniones, y siempre teniendo en cuenta que todos deben participar un mínimo de veces y no superponerse a los demás. Recalco estos dos últimos casos porque en nuestro aula contamos con un alumno que nunca participa y otro que molesta continuamente y no respeta ni las normas de comunicación, ni las posturas de sus compañeros.

Tenemos un alumno que interrumpe continuamente y no respeta las normas de comunicación, de alguna manera la participación exagerada de este alumno cohíbe a los demás e interfiere ralentizando el proceso de aprendizaje de sus compañeros y compañeras. Una manera de trabajar con estos alumnos es empezar entendiendo su conducta como un reto, pero nunca como una molestia, porque si como profesores le ponemos esa etiqueta al alumno no va a ser capaz de quitarse esa idea de la cabeza (Mauro Bolmida, 2018).

Y en segundo lugar tenemos un alumno que no participa, el cual no está desarrollando sus aptitudes y capacidades principales, básicas y fundamentales para un futuro adulto, y que no puede estar sometido a la esclavitud del silencio y no ser tenido en cuenta.

Por eso, para lidiar con estos dos modelos de alumnos difíciles de llevar a la hora de realizar una actividad de gran grupo, se me ha ocurrido utilizar un tarjetas como refuerzo positivo y a la vez negativo. Estas tarjetas, a las cuales llamaré tarjetas de refuerzo, serán un contador que tendrán todos los alumnos para que puedan saber cuántas veces han participado, han interrumpido y los refuerzos positivos o negativos que recibirán según su comportamiento. Evidentemente los alumnos entenderán estos procesos como respuestas a sus conductas, ya sean más positivas o menos. Sin duda, creo que este material puede enriquecer mucho la personalidad y la dignidad de todos los estudiantes porque no se excede ni avergüenza, como en ocasiones, hemos podido comprobar en nuestros años de escolarización. De esta manera uno mismo sabe que sus acciones tienen una repercusión y deberán autogestionarse a partir de eso. La tabla tendrá dos columnas, y serán más o menos como las que dispondré a continuación, una atenderá las carencias del alumno “molesto” y otra al que no participa:

Como podemos comprobar las tarjetas están divididas en dos apartados, dirigidos para aquellos alumnos que forman parte de la actividad por defecto (trato de silencio) o por exceso (molesto).

Estas tarjetas le otorgarán un carácter de mínimos no sólo a su trabajo sino a su pertenencia en el grupo y además posee un carácter lúdico regido por unas reglas que se deben respetar para que la dinámica cobre sentido por sí misma.

En el caso del niño molesto, por problemas emocionales, llamadas de atención y no por un trastorno diagnosticado, le daremos a entender la importancia que tiene su papel en el aula y la importancia que tiene la escucha en este tipo de actividades, si no cumple con su “deber” de mantener el orden y comportarse como cualquiera de sus demás compañeros será sometido al poder del colectivo, es decir, sus compañeros serán quienes valoren su comportamiento y cómo afecta en la dinámica, pudiendo así consensuar una consecuencia como puede ser el aislamiento. Reforzando así la importancia de decir que la escucha es un regalo, que nos enriquece y que nos aporta mucho en nuestra opinión.

Y en relación con el alumno que no participa debemos siempre dejarle su espacio y su tiempo, pero a través de la tarjeta ve y aprende a gestionar los momentos de intervención, que son fundamentales para el desarrollo y mejora de sus competencia lingüística, social, oral… es decir, con esta herramienta logramos que cumpla con el objetivo de la actividad de gran grupo y cuando lo haga, el alumno se verá “recompensado” a través de un comentario positivo que refuerce su valentía  por haber superado la timidez. Como mínimo, se le va a exigir dos intervenciones, que sino se acumularán para la siguiente sesión, y se convertirán en cuatro. De esta manera, hacemos que el niño se enfrente a la gestión de su propio miedo y a la solución de este para poder mejorar. Si durante dos sesiones no habla, la maestra/o le invitará con una pregunta tipo, ¿Y tú qué opinas? ¿Por qué?, siempre invitando a contestar, de esta manera el niño/a no lo ve como una agresión hacia su personalidad, sino un apoyo por parte del profesor y del resto de compañeros.

Evaluación

Para evaluar he decidido crear dos rúbricas como las que vemos a continuación;

Individual:

Grupal:

Creo que hacer dos evaluaciones; una individual y otra como grupo es, sin duda, un reto para el maestro pero una fuente de información para cualquier otra persona/profesor que quiera conocer la relación académica a nivel de grupo grande. Teniendo en cuenta que se trata de una actividad de comunicación oral para todos los miembros del aula me ha parecido buena idea poder tener en cuenta el comportamiento, la relación con el tema y entre iguales. Por otro lado, contar con las reacciones de cada individuo que conforma el grupo-clase y su manera de comunicar oralmente sus opiniones le aporta riqueza para poder avanzar en los procesos de aprendizaje.

Es fundamental que contemos con una evaluación individual, para así poder calificar posteriormente (que es lo que generalmente el centro exige) y estudiar particularmente cada caso y tener en cuenta determinados factores para poder orientar el aprendizaje hacia la mejora.

Con respecto a la evaluación grupal, no podemos contar siempre con esta rúbrica, ya que como bien sabemos muchas actividades no tienen este carácter generalista. Es por eso, que en ocasiones merece la pena darle un tiempo y una pensada a los aspectos que hacen única, en este caso, esta dinámica con nuestro grupo-aula. Podemos utilizar esta rúbrica para determinar el nivel en el que están los alumnos y alumnas, si tienen que mejorar algunos hábitos…

Sin duda, esta propuesta me ha supuesto un reto porque me ha hecho cuestionarme métodos de trabajo, salidas a problemas, recursos indispensables en un aula durante la expresión oral… puedo decir, que mi formación se ha visto muy enriquecida al tener que enfrentarme, aunque sea en el papel, a situaciones complicadas y quizás nunca planteadas.

Como conclusión a esta primera actividad he de decir que los alumnos se asemejan a estos lápices, todos diferentes pero le aportan un toque más personalizado y único a la imagen, donde todos los colores valen y tienen su función de equilibrar la belleza de las cosas habituales.

Referencias

Benítez, J. R. (2010). Evaluación de la competencia comunicativa intervención de la inspección. Junta de Andalucía.

Edutopia. (05 de 07 de 2014). Using Dialogue Circles to Support Classroom Management. Obtenido de YouTube: https://youtu.be/qTr4v0eYigM

Federación de enseñanza CCOO de Andaucía. (Marzo 2013). Temas para la educación. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 01-07.

Fifi, F. d. (2016). 28 preguntas para hacer a los niños en vez de «¿qué tal en el cole?». Obtenido de F de Fifi: https://www.fdefifidecocraft.com/28-preguntas-alternativas-que-tal-cole/

Integratek. (08 de 01 de 2018). Conductas conflictivas en el aula. Obtenido de YouTube: https://youtu.be/h2HhmHPFRn4

Labajo, I. (2015-2016). Competencia lingüística en el marco de referencia europeo.

The Conversation Initiative. (2020). Dialogue circles. Obtenido de Google: https://conversationinitiative.eu/dialogue-circles/

Publicado por patripinto

Estudiante de grados de educación primaria e infantil

6 comentarios sobre “Actividad bloque 1

  1. ¡Hola Patricia!
    Me ha encantado leer tu propuesta educativa relacionada con la la lengua y la comunicación oral.
    Destaco, sin duda, el uso de una ortografía y vocabulario eficaz y preciso hablando acerca de este tema, siendo claro y sencillo para el lector, estando acompañado de un diseño correcto de tu blog para su lectura.
    Respecto a la actividad planteada, me parece totalmente interesante y necesaria para nuestro alumnado, donde es muy importante escuchar la opinión que tiene el niño/a acerca de que pensamientos puede tener sobre el colegio y, sobre todo, siendo una temática muy pero que muy interesante para los propios alumnos/as, sobre que es aquello que le gusta y gustaría hacer, abandonado así aquellas actividades tradicionales a las que suelen estar acostumbrados.
    Otro punto positivo sería las rubricas presentadas, donde permitirá al tutor/a tener una amplia visión, tanto individualizada como generalizada del grupo de clase, ayudándonos así evaluar de una forma más concreta.
    La asignación de los roles para los dos alumnos/as que poseen «características» distintas la veo positiva, permitiendo una mayor papel independiente del propio alumno/a, sabiendo a aquello que se expone en su evaluación si no cumple bien su papel durante la actividad.
    Por último, me ha gustado esa última reflexión que has lanzado, haciéndonos ver que cada alumno/a puede tener distintos rasgos o gustos a los del resto, pero donde al final son todos iguales y deben ser tratados por igualdad y con respeto.
    ¡Un fantástico trabajo!
    Un saludo

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  2. Me gusta mucho tu entrada, Patricia. Has hecho un estupendo trabajo. Solo tengo una anotación para que sea perfecto:

    Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada… entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. Lo más importante es que no sea: yo pienso que sí por esto, yo pienso que no por aquello… sino que se escuchen y se respondan unos a otros y eso les obligue a reflexionar sobre sus propias argumentaciones y sobre las de los demás. Deja claro en tu actividad cómo vas a hacerlo porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo egocéntrico de otro social.

    Preguntas como: ¿Qué preferís jugar o leer? no favorecen el diálogo sino que cada niño diga lo que prefiere y lo argumente, pero serán monólogos individuales. El resto del grupo no debería argumentar a favor o en contra de una preferencia ajena.

    ¿Sabéis que leyendo también podéis jugar? ¿Cómo creéis que es eso?, sin embargo, están bien planteadas: la primera solo acepta respuestas sí o no, pero la segunda permite que un niño explique una forma de jugar leyendo y que el resto argumente a favor o en contra y, cuando se agote, otro niño puede explicar otra forma de jugar leyendo y así sucesivamente.

    Con ese modelo, echa un vistazo a las preguntas restantes y deja claro que sabrás mediar para que el diálogo no se convierta en una suma de monólogos..

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  3. Quita la moderación de los comentarios durante el cuatrimestre, Patricia. Los comentarios deberían poder verse en el momento de subirlos. Si alguien (de fuera de la universidad) te comenta algo que no te guste, simplemente bórralo. Cuando acabe el curso puedes volver a poner la moderación.

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